Ponencia: Entramados sociales y gozo... una mirada necesaria

PONENCIA PRESENTADA EN EL XXX CONGRESO DE ALAS (ASOCIACIÒN LATINOAMERICANO DE SOCIOLOGIA). 2015

Título de ponencia: Entramados sociales y gozo: una mirada necesaria
Autora: Liliana Quesada Saravia 
País: Costa Rica 


  Introducción
Esta ponencia es el resultado de mis reflexiones de mis últimos años sobre los entramados sociales que dan soporte a las experiencias de gozo de las personas. 

¿Cómo utiliza una sociedad el dolor y el gozo para mantenerse? es una pregunta esencial que ya Rianne Eisler se planteaba en 1996 y que sin duda tiene una implicación vital en el ámbito de la política y del bienestar. En esta ponencia exploro la pregunta de cómo reconocer el gozo en el entramado social del tiempo presente para potenciar los cambios. Primeramente quisiera referirme al concepto de gozo para luego introducirme en el de “trama” y “entramado social”. 


Utilizo el concepto de gozo en un sentido amplio: como disfrute, alegría, plenitud, placer, regocijo, sentirse feliz, estar a gusto. Tiene una connotación más profunda cuando se relaciona con el estar en la propia identidad y en el presente, con un estado de fluir, de sentirse en unión y de amar la vida. Molly Young nos recuerda que “(…) parte del gozo proviene de la conciencia de nuestra relación íntima con algo mayor a nuestro propio ego, algo que ha perdurado durante millones de años, que es vida”. (Young, 1998, 14).


El “no gozo” (podría decir también sufrimiento) para mí está asociado a la vivencia de patrones repetitivos y negativos de posicionamiento ante la vida; es una posibilidad siempre presente, al igual que la posibilidad de ampliar la mirada y retomar el camino del gozo. 


El gozo es parte de la vida misma, que está hecha de informaciones. Según como las procesemos y las vivamos producirán caminos de gozo o de no gozo: depende entonces de cómo decidamos posicionarnos y de la intención que tengamos. En otras palabras: el gozo es una intención y una decisión personal que se expresará luego en los entramados sociales en una mutua interacción.


Hablar de gozo es hablar de una clave que considero fundamental para que la política, la economía y la vida en sociedad retomen el rumbo perdido. Por qué? Porque las experiencias individuales y colectivas de gozo definitivamente ayudan a los procesos sociales de cambio. 

Todo cambio en los haceres colectivos, en la sociedad, supone haber conmovido la costumbre y lo ya programado como comportamiento esperado y funcional al sistema (llámese como se llame este sistema: familia, organización de la comunidad, partido político, empresa, institución, etc.) Lo que he venido observando es que la vivencia de experiencias gozosas de las personas y los colectivos representan, para el tiempo presente, la vía más genuina para reconocer si realmente estamos provocando cambios y construyendo las bases de algo nuevo. 

Planteo de forma inversa las cosas: para hacer los cambios precisamos reconocer las huellas y atavismos que contraen el gozo. Entonces, al tomar conciencia (individual y colectiva) de todo lo que nos ata y nos limita estamos abriéndonos a la apertura de nuevas tramas, de nuevas informaciones generadoras de nuevos cambios.


Toda persona hoy, en el mundo, que ha pasado por procesos de vida que le han hecho cuestionarse, preguntarse, enojarse con la sociedad o hacer tomas de conciencia social, estará de acuerdo en que vivimos enfrentados a realidades que debilitan nuestra identidad de muy diversas maneras. Hemos perdido raíz y ubicación de lo propio y lo peor es que se nos olvida que lo estamos haciendo. 

Este mecanismo de “olvido” es posible debido a las tramas del sistema que recrean permanentemente en el colectivo: miedos, pasividad, bloqueos, ira, resentimiento, ignorancia, violencia, represión, abuso e injusticia. Andamos a cuestas con un dolor sociohistórico como humanidad que nos desconecta de la vida de múltiples maneras. Me lo imagino como una suma acumulativa de actos de negación, de huida, de resistencia al cambio, de violencia, de crueldad, de indiferencia. Molly Young, me conmueve al respecto con esta frase: “Cómo recordar quiénes somos, cómo podemos crear en nuestras culturas factores que nos permitan recordar acerca de nuestra conectividad con el todo de la vida” (Young, 1998, 12)


De lo que hablamos entonces es de entramados sociales densos que fragmentan la vida de hombres y mujeres en la diversidad de condiciones, edades y culturas. 

Los entramados sociales
Qué es la trama? El Paradigma Holístico y las llamadas Ciencias de la Vida han planteado que la vida tiene un patrón común de organización: un tejido o red que lo constituye todo. Este tejido invisible conforma las tramas y dan soporte a todos los planos de la realidad . 


En el nivel de lo social, defino las tramas como las diversas experiencias, maneras de sentir y de pensar que, a manera de hilos invisibles de texturas y colores diversos, construyen estilos de vivir en sociedad. Los entramados sociales, en concordancia, los defino como un conglomerado de tramas de experiencias humanas que se sitúan en determinados ámbitos de la realidad social, por ejemplo: el patriarcado, la economía o la cultura en tanto modos o sistemas de hacer en sociedad; tienen su propia textura de acuerdo a las aperturas o resistencias internas que presentan de cara a la convivencia humana.


Los entramados sociales son redes en permanente movimiento y autoorganización. La teoría de los sistemas vivos nos permite abrir la mirada para comprender que estas redes o tejidos despliegan su orden y grados de complejidad a partir de procesos autopoiéticos –diría Maturana- de aprendizaje que ocurren en la interacción comunicativa del colectivo humano .


Los entramados sociales SE HACEN según los diferentes contextos, épocas y culturas, de manera que la gente y los colectivos diversos participan de esta red viva de relaciones sociales cocreando con ellas y generando particulares maneras de vínculo con el dinero, los recursos, la educación, las personas, los valores, el poder, etc. Esto significa que nos constituimos de forma individualizada y particularizada, para mirar, percibir y actuar en el mundo externo. 

Para mí tiene mucha relevancia en Sociología la observación de que la gente -y los colectivos humanos- estamos hechos de informaciones sobre nuestra historia familiar, el tipo de sociedad, economía y cultura de la que formamos parte, el género al que pertenecemos, nuestra particular biología y genética e inclusive informaciones sobre cómo estaban los astros y el Planeta Tierra en el momento en que nacimos, incluyendo nuestro karma . Lo interesante es que, dependiendo de cómo se autoorganicen todas estas informaciones en cada persona y colectivo, se generan más o menos aperturas para los estados de gozo!


Como socióloga tengo la clara sensación de ser protagonista y partícipe del tan necesario enfoque interdisciplinario/transdisciplinario! Se trata de una búsqueda de articulación y de enfoques (psicología, economía, sociología…, ciencias energéticas, campos de percepción, etc) para ampliar la mirada y poder reconocer de mejor manera lo que están generando instituciones, organizaciones, empresas, redes sociales, etc. en la experiencia vivida desde el cuerpo y cómo se estaría expresando la felicidad y el gozo de personas/colectivos en dicha vivencia .


Lo que venimos tratando habla de la relación entre lo social y la biología. La autora Riane Eisler tiene un planteamiento con el que me identifico. Dice que “hay una interacción constante entre ideología y estructura social al igual como los físicos han descubierto que energía y materia están en constante flujo interactivo (…) así como los organismos biológicos son mantenidos por sus órganos, las instituciones que forman los órganos de un sistema social también están diseñadas para garantizar que sobreviva el todo más amplio. 

Por lo tanto, como los órganos de un cuerpo biológico, las instituciones que forman un cuerpo social de una sociedad dominadora trabajan juntas para mantenerse como un todo más amplio interconectado. Y así como nuestro cuerpo reproduce continuamente sus células, en los sistemas sociales también hay un proceso evolutivo básico de reproducción o replica” (Eisler, 1996, 92). El interés de Eisler es colocar la atención en el hecho de que los cambios en la sociedad, caminan de la mano con la vivencia personal en relación a nuestros cuerpos, a los poderes que infringen dolor o sufrimiento al cuerpo . Me parece un planteamiento sumamente profundo y de implicaciones fundamentales para las Ciencias Sociales.

CONCLUSIONES
Tengo la certeza de que el interés de todo entramado social rigidizado, autoritario y excluyente es debilitarnos en el gozo creativo y empujarnos a lo repetitivo sufriente, haciendo perder identidad tanto a quienes ejercen poder inadecuadamente como a las mayorías que viven los abusos y atropellos de otros. En ambos casos no somos operativos para la conciencia y el cambio.


En el Grupo de Trabajo “Sociología de los Cuerpos y las Emociones” de ALAS, se viene planteando que las emociones y los cuerpos son “territorios de creatividad, goce y autonomía”. Agregaría la reflexión siguiente: para que la política, la economía y la convivencia humana recobren su sentido original asociado a la provisión de amor, cuidado y a los satisfactores de vida en armonía con el entorno, es decir, se coloquen en su identidad, es esencial vivir los cuerpos y las emociones en clave gozo!. En el lenguaje de Maturana, él nos hablaría de la Biología del amor y en el de Riane Eisler, ella nos hablaría de sociedades sostenidas por el placer. 


Cuerpo y emoción potenciados en positivo y a favor de la Vida generan nuevas informaciones en la interacción con el entorno que serán más o menos auspiciosas de Bienestar según nuestros particulares procesos de conciencia y según las aperturas del entramado social vinculante. Planteamos que cada persona y cada colectivo humano puede abrirse a experiencias del cuerpo físico y emocional (además del mental) para hacer los cambios que necesita y al hacerlo es cuando emergen los estados gozosos. Desde la diversidad de elementos que constituyen nuestras circunstancias y considerando el contexto de los distintos entramados sociales, podemos despertar el gozo! Confiando, estando en apertura…Pero sobre todo: decidiéndolo!


La Sociología, desde mi sentir y pensar, está llamada a colaborar en este camino. Lo social nos desafía para ejercitar el gozo desde nuestros cuerpos y emociones porque allí observamos los espejos que no nos gustan en lo referente a poderes, liderazgos, valores y comportamientos. Tomar la decisión de hacer el cambio ya es lo que toca hoy en cada célula de nuestros cuerpos y en cada célula de nuestra sociedad.
Fin.

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